Haz lo que yo digo...

La realidad de nuestro sistema educativo nos despierta de nuevo del ensoñamiento 2.0 de un bofetón.
A través de aulablog, nos llega esta historia de terror en la que un profesor es defenestrado de su puesto de trabajo por relizar actos infames en el aula: ¡utilizar el blog como medio vertebrador de la docencia!
 El problema es que no es la primera vez (y me temo que no será la última) en que la utilización de las TIC se considera como "no dar clase". Todavía hay un porcentaje importante de responsables educativos y docentes para los que la clase magistral (dicta-copia o dicta-subraya) es la única manera de enseñar. No conocen otra...
 Espero que a base de echarle arrestos e ir modificando unilateralmente la docencia en cada una de nuestras clases, aunque sea sólo en un actividad, permita cambiar la percepción desvirtuada que existe de calidad en la educación.
 ¡Ánimos para todos los revolucionarios!